Análisis heurístico de ebiblio

Introducción: Qué encontraremos en el post, qué interfaz se va a analizar

Este post contiene el análisis heurístico de la interfaz de ebiblio. Para quien no la conozca, ebiblio es la versión digital de las redes de bibliotecas autonómicas de España. Se puede acceder a ella de varias maneras, principalmente mediante su web (ya sea la versión de escritorio o las adaptables a otros tipos de pantallas) y a través de la aplicación para dispositivos móviles. El análisis se centrará en la versión web de escritorio, aunque pueden mencionarse otras formas de interactuar con la interfaz. Hay una versión de ebiblio para cada CCAA. En el análisis las pruebas y capturas se realizarán con la versión de la Comunidad de Madrid.

Metodología: Explicación acerca de cómo se ha llevado a cabo el análisis

La metodología utilizada en este análisis ha consistido en abordar cada uno de los principios heurísticos de Nielsen de forma individual, y aplicar a cada uno de ellos un ejemplo de buen uso y otro de mal uso en la interfaz de la web de ebiblio. Se ha analizado de forma exhaustiva la usabilidad de dicha aplicación atendiendo a estos principios. Una vez localizados los ejemplos, se ha elaborado un listado con los hallazgos ordenados por su gravedad, indicando los motivos y ofreciendo propuestas de mejora.

El primer abordaje mediante los principios de Nielsen es un ejemplo de análisis cualitativo, mientras que la elaboración del listado cuantificando la gravedad de cada ejemplo de mal uso es una metodología cuantitativa.

Los 10 principios heurísticos de Nielsen: Buen y mal ejemplo de aplicación y justificación

Visibilidad del estado del sistema.

La visibilidad del estado del sistema se refiere a aquellos indicios que nos dan información de en qué punto de la interfaz o del proceso nos encontramos. Algunos ejemplos son las migas de pan o los indicadores visuales de que un documento está cargándose o se ha enviado un formulario.

Un ejemplo de esto que funciona muy bien en la web de ebiblio se puede encontrar en su formulario de contacto. Este servicio cuenta con un formulario para enviar comentarios y dudas, informar de errores y hacer desideratas (es decir, solicitar nuevos títulos para incluir en el catálogo.

El formulario tiene campos obligatorios y no obligatorios. Los obligatorios están marcados con un asterisco (*) pero además aparece un mensaje debajo en color rojo si se intenta enviar el formulario sin alguno de ellos. Hay también un campo opcional para añadir capturas o imágenes que puedan servir de apoyo visual a la propuesta o petición. Cuando se sube una imagen, esta aparece debajo del campo, indicando que la subida ha sido exitosa.

Un ejemplo de esto que puede llevar a error se encuentra en las migas de pan. El sistema de filtrado de ebiblio es muy bueno, pero la interfaz de la web no sitúa las migas de pan en la parte superior, como es habitual, sino en un lateral. En la parte superior lo que se encuentra es una etiqueta del tipo de contenido que estamos buscando.

El problema viene cuando se selecciona una subcategoría. En lugar de añadirse la nueva etiqueta, se reemplaza por la anterior. Esto hace que al eliminar la subcategoría, nos lleve de nuevo a la sección general, en lugar de a la categoría anterior (en este caso, Ficción).

Intuitivamente nos va a salir utilizar esas etiquetas como migas de pan, pero no funcionan exactamente así.

Adecuación entre el sistema y el mundo real.

Las interfaces se comunican con las personas, y esto ocurre, entre otras cosas, porque utilizan un lenguaje que conocen y entienden. Ebiblio en general es un buen ejemplo de cómo se traslada la terminología relacionada con los libros y con las bibliotecas a una plataforma online.

Dentro de que usa una terminología coherente y adecuada a su campo, uno de los puntos que pueden resultar confusos es la distinción entre préstamos y reservas. En ebiblio los préstamos están limitados, pero las reservas se cuentan aparte. No se puede reservar cualquier título, solo los que estén ocupados por otros usuarios en ese momento (es decir, funciona como una lista de espera).

Libertad y control por parte de la persona usuaria.

En este punto, relacionado con la libertad de la persona usuaria y su control de la interfaz, pero sobre todo de su capacidad para volver atrás mientras está navegando, podría hablarse de nuevo de las migas de pan que se trataron en el primer apartado. Sin embargo, creo que es más interesante cómo funciona el sistema de filtrado y la navegación del catálogo.

Para localizar los títulos hay una serie de categorías que pueden acotar la búsqueda. Se pueden marcar varias a la vez, por lo que este sistema de filtrado otorga mucho control a las personas usuarias para que encuentren exactamente lo que buscan. Además, es posible acceder al nombre de una autora o autor o de una editorial y, una vez en la pantalla con todos los títulos de dicha autoría o editorial, marcar los demás filtros que se han mostrado anteriormente.

Un aspecto en el que la posibilidad de volver atrás es menos inmediata es a la hora de devolver un préstamo o cancelar una reserva. En la página de la publicación no es posible hacerlo, y hay que ir hacia el perfil personal para ello.

Consistencia y estándares.

Uno de los ejemplos más claros de este principio se encuentra en el uso de los colores. Tenemos interiorizado, por ejemplo, que el color verde significa que un proceso ha salido bien, mientras que el color rojo se equipara a los errores. Esto ocurre en el formulario de contacto de la web que se mencionó anteriormente.

Sin embargo, para los préstamos se usa un código de colores distinto y mucho menos intuitivo. En ebiblio que un libro esté disponible para prestar se representa con un marco de color rojo, mientras que si está disponible solo para reservas el marco será naranja. Esto se contradice directamente con el código de colores habitual.

Prevención de errores.

La verificación de las acciones es una muy buena forma de prevenir que las personas que utilizan la interfaz se equivoquen. Aquí ebiblio lo hace bien cuando se selecciona un título para prestar, ya que incluye un mensaje de doble confirmación que hay que marcar. De esta manera se evitan los préstamos por error (sobre todo sabiendo que cancelarlos no es una acción tan inmediata).

Un aspecto en el que la interfaz no acierta tanto es en el formulario, ya que, por ejemplo, acciones como subir una imagen o captura de pantalla, tratar de eliminarla y luego recargar la página pueden llevar a un mensaje de error. No se trata de la acción más probable que vaya a realizar alguien que usa este servicio, pero sí es plausible.

Reconocimiento antes que recuerdo.

Una buena práctica de este principio en la interfaz de ebiblio es el uso de un icono que representa unos auriculares para identificar los audiolibros. Además de este símbolo, los audiolibros tienen la imagen cuadrada, mientras que los libros, revistas y periódicos usan una miniatura rectangular.

En otros detalles esto es menos acertado, como ocurre con el banner que encabeza la página principal. Se trata de un slider de imágenes, pero algunas son clicables y enlazan a secciones y otras (como la que se muestra en la captura) no lo hacen. No se puede saber cuáles llevan enlace y cuáles no hasta que no se prueba a pasar el ratón.

Flexibilidad y eficiencia en el uso.

Al tratarse de una web y no de una aplicación, no hay en ella atajos de teclado ni nada similar que ayude a navegar más rápido.

La regla de llegar a cualquier sitio en tres clicks tampoco se cumple, pero no creo que en el caso de una web que busca ser un archivo o base de datos sea necesaria una inmediatez como esa.  La página de inicio está llena de categorías que pueden ayudar a las personas que utilizan la web, pero también distraerlas si lo que quieren es acceder directamente al catálogo.

Diseño estético y minimalista.

La versión de escritorio de ebiblio usa un diseño sencillo y claro. Aquí la prioridad no es la estética, pero trata de ser funcional y coherente consigo mismo. El diseño destaca por el uso de un color de contraste (el ya mencionado color rojo que se usa para indicar qué publicaciones están disponibles para prestar) que también se emplea en los enlaces.

Una carencia que algunas personas usuarias podrían encontrar es la ausencia de modo oscuro (cosa que sí tiene la versión app para dispositivos móviles).

Ayuda a las personas usuarias a reconocer y diagnosticar los errores y a recuperarse.

Este principio está muy relacionado con el primero, ya que ambos se tratan de ofrecer feedback a la persona que utiliza el servicio. Por tanto, aquí se podrían incluir también los mensajes que proporciona el formulario de contacto cuando no se incluye alguno de los campos en él, ya que está alentando a quien utiliza la web a que subsane el error.

En cambio, ebiblio no ofrece un mensaje de error (tipo 404) personalizado cuando se escribe mal la dirección, sino que aparece un mensaje de una sola línea y en francés. Una página personalizada de error 404 que explique a la persona que utiliza la web y, sobre todo, que utilice los mismos encabezados que el resto de secciones, ayudaría mucho a retroceder y no sacaría tanto de la navegación.

Ayuda y documentación.

La web de ebiblio dispone de un apartado de documentación para resolver las dudas más frecuentes acerca de su uso. Es un apartado bien estructurado y completo, que además cuenta con un buscador para localizar mejor la información.

Sin embargo, hay una fricción con las personas usuarias muy clara que, si bien se refleja en este apartado, no se menciona en ningún sitio más de la web. Los libros y otras publicaciones que se descargan de ebiblio pueden leerse en el ordenador, en dispositivo móvil o en lectores electrónicos. Pero para esto último es necesario descargar un programa de DRM que se llama Adobe Digital Editions, que además no es compatible con todas las marcas de lectores (sin ir más lejos, Kindle no es compatible). Se agradecería alguna mención a este hecho que no estuviera dentro del apartado de ayuda, ya que es una información importante.

Listado priorizado según gravedad y justificación. Propuestas de mejora y solución de cada hallazgo

Para finalizar, del desglose de los principios anteriores se han escogido los ejemplos negativos más destacados y se han priorizado en función de su gravedad (leve – medio – grave). Para cada uno se ofrece una justificación de por qué se ha seleccionado y una posible propuesta de mejora.

Ejemplo (y justificación)
Gravedad
Propuesta de mejora
Confusión entre migas de pan y etiquetas
Las migas de pan al explorar el catálogo no aparecen en la parte superior de este, como suele ocurrir en otras webs, sino en el lateral. Arriba aparecen unas etiquetas, pero no se añaden subcategorías, sino que reemplazan a la categoría anterior. Al eliminar la subcategoría, por tanto, no se vuelve a la categoría principal, sino al principio.
Leve Para mejorar este problema bastaría con que las nuevas etiquetas se añadieran a la derecha de las anteriores. De esta forma se podrían tachar solo algunas y se mantendría el resto en la búsqueda, permitiendo a las personas que usan la web afinarla un poco más.
Uso del color rojo como color principal
El diseño de la web de ebiblio usa el color rojo como color destacado y de contraste. El problema viene cuando en algunos apartados, como el formulario de contacto, el mismo tono de rojo se usa como indicativo de error.
Leve Que los tonos de rojo fueran claramente diferentes sería una solución sencilla a este ejemplo.
Falta de inmediatez a la hora de cancelar un préstamo
Una vez que se ha solicitado un préstamo, no es posible cancelarlo desde la página de la publicación. Para devolverlo hay que acceder al propio perfil de usuario.
Media Una opción en la página de la publicación, aunque sea discreta, como desplegable en el botón de “Prestar”, sería interesante para gestionar las devoluciones de forma más inmediata.
Algunos sliders no son clicables
El slider de la página de inicio lleva algunos banners con enlaces clicables y otros que no tienen enlace ninguno. No hay forma de distinguirlo más allá de pasar el ratón por encima.
Media Hacer que todos los banners pudieran pulsarse sería una buena solución. Otra opción sería usar un indicativo visual (por ejemplo, un icono o símbolo en la esquina) que permitiera diferenciar de un vistazo los que contienen un enlace.
Falta de mensaje de error 404 personalizado
Si se accede a una dirección errónea no solo no hay un mensaje de error 404 personalizado, sino que la página de error no coincide con el resto de la interfaz, por lo que dificulta el hecho de volver atrás.
Media La solución más evidente a este problema es la creación de una página, clara y descriptiva, de mensaje de error. Si conserva la estructura de encabezados del resto de la web, mejor todavía.
Ausencia de explicaciones acerca del software para usar ebooks salvo en el apartado de ayuda
La única forma de transferir libros y otras publicaciones a un lector de ebooks es mediante un software de DRM que se llama Adobe Digital Editions. Este software no es compatible con algunas de las marcas de lectores más conocidas. Esa información solo aparece en el apartado de ayuda y documentación de la web.
Grave Incluir esta información en otros apartados, como por ejemplo la página de inicio, y destacarla como aviso importante sería una buena forma de subsanar esta carencia.

 

Bibliografía

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